
Una ventisca se abalanzó por entre los grandes muros de cemento que las rodeaban, esos edificios levantados hace mucho tiempo por la mano del hombre, con su oscura silueta que intentaba alcanzar los cielos. Miró hacia arriba y comenzo a sentir un vertigo extraño, sus manos ahora heladas comenzaban a temblar mas y mas, sus fuerzas se veian disminuidas, queria seguirla sosteniendo pero sabia que faltaba poco para que todo lo que quedaba dentro de ella flaqueara. Habian salido del subterraneo. Entre sus dedos ahora gelidos por la temperatura sentia el tibio recorrer de la sangre que fluia a través del cuerpo de aquella chica, en un intento desesperado de detener la hemorragia apretaba aun mas el sueter blanco de aquel personaje tan peculiar, cuya presencia inmortal ahora se veia disminuida.
-no..no...esto no esta pasando, no te iras, no te dejare ir- aun recordaba como habia querido detener la despedida de su amado, el sentir sus manos sobre las de ella y las palabras de "te amo" que habian salido de su boca antes de respirar su ultimo aliento de vida. -tiene que haber una forma de ayudarte, ¡tengo que encontrarla!-
Haciendo uso de la agilidad que su pensamiento le permitia en ese mar de confusion se quito la chamarra y con esta cubrio el cuerpo de aquella delgada figura de mujer que seguia luchando por continuar viva. Sus movimientos se habian detenido ya, pero se sentia el latir de su corazón y su incesante respiracion que a cada segundo iba disminuyendo. <> pensaba sin cesar, no podia dejarla ir, era la unica esperanza para saber que estaba ocurriendo. No debia. No queria!
Pero la respiración se detuvo. Sin destello alguno de vida ella permanecio ahi inmutada. -no...NO!!!!- Queria salvarla, queria seguir a su lado , queria que no la abandonara, <> no sabia por que queria que ella siguiera existiendo en su realidad, como la idea de saber que esa persona mistica estaba en contacto con ella la hacia sentirse viva, en dinamia. Se quedo ahi, frotando los costados de el sueter que cubria su cadaver para ver si calentando el cuerpo este tomara magicamente vida. Nada ocurrio.
Seguia frotando sus brazos hasta que sintio una pieza dura dentro del bolsillo de su chaqueta. Era la caja. La tomo entre sus manos y recordo las palabras que habia leido. Inmediatamente busco la luna en el cielo y encontro la respuesta que necesitaba. Un rayo se encontraba indicandole el camino que debia de seguir, atravesaba el cielo y llegaba hasta un edificio unas calles al este de donde ella se encontraba. Algo le decia que tenia que ir para alla pero no podia dejar a su compañera en el suelo tirada, la tomo en su espalda y se la llevo consigo. ¿De donde sacaba la energia para continuar? ni siquiera ella lo sabia, pero habia una fuerza que la impulsaba a seguir adelante, despues de todo recordaba las palabras de su maestro de balett cuando era pequeña: si aun tienes fuerza para quejarte y decir que no puedes, para llorar y dar reniegos por lo que te pido que hagas, aun tienes energia suficiente para seguir practicando. Por alguna extraña razón siempre habia tenido eso en cuenta, la energia de un ser humano no tiene limites, pero el pensamiento lo limita, el cansancio o la busqueda de comodidad. Y ella lo sabia.
Aquel rayo llegaba hasta una pequeña bodega en medio de dos edificios, saber si se encontraba vacia o no era algo dificil de conocer ya que estaba cerrada. Busco una puerta en el callejon de la derecha del inmueble y se encontro con una ventana, sucia y aun asi cerrada.
-no hay como entrar-
Sentia que su espalda se encontraba empapada, la sangre que habia salido del cuerpo de la occisa que llevaba a cuestas se habia filtrado por entre la chamarra, el frio comenzaba a debilitarla un poco pero habia decidido continuar adelante y nada la detendria. Descanso el cadaver en una esquina y miro la hora.
3:06 am, demasiado tarde como para encontrar un carro que la llevara a otro sitio y demasiado temprano como para regresar a la estacion del subterraneo. Veia todo esperando encontrar una nueva señal, ya que parecia haber sido engañada por la anterior. Fue entocnes cuando lo vio. En el fondo de aquel callejon estaba pintada una marca, un antiguo simbolo celta señal de la canalizacion entre la mente, cuerpo y espiritu. Las lineas rojas sobresaltaban de una manera extraña entre aquella oscuridad. Tomo de nuevo a la chica muerta en su espalda y la llevo hasta ahi. Algo debia de ocurrir.
Llego hasta ahi y saco la caja de nuevo. Esta se encontraba mas pesada. Al abrirla miro dentro de ella y un cristal se encontraba ahi. Con una forma sencilla de garigoleos este se potegia en forma de un collar. Sin pensarlo lo acerco hacia el mural y éste comenzo a brillar. Las lineas de esos circulos encauzados ilumino la pared. Unas ondas hacian parecer que fuera un portal a otro sitio <<¿que demonios sucede?>> camino a travez de aquel sitio. Al pasar la barrera se dio cuenta que todo cambiaba, era la misma ciudad pero repentimante pareciera mas lejana, irreal. Como si el tiempo y el espacio no pasara por esa zona. En las ventanas lograba visualizar algunas sombras. Tal vez personas que expedian esa clase de aura. Algunas otras que no se encontraban a su alrededor dentro de ese callejon. El cuerpo de la mujer que llevaba cargando ya no se le hacia pesado para nada. Al contrario, era como si fuese una prenda mas de vestir que la cubriera.
-dónde...-
-en casa-
Una voz respondio detras de ella, era la chica que habia estado cargando, sin darse cuenta seguia respirando.
-per...-
-vuelves de nuevo con tus preguntas y comentarios insasiables, conformate con saber que sigo viva, gracias, aqui podre curarme. Sabia que encontrarias la respuesta Sahra, no estaba equivoc cada en pensar que sabia quien eras-
-yo, quiero...-
-...respuestas, lo se. Por ahora te has ganado el derecho a algo mas , tal vez no tan interesante y propio como lo desearias pero si necesario. Mi nombre: Katherine.-
Continuara...
1 comentario:
Cómo que continuará? Noooo... termínala pronto.
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